LA PRENSA: CÓMPLICE DEL SISTEMA

"Si un traidor puede más que unos cuantos, que estos cuantos no lo olviden facilmente"
                                                                                                                                       LEÓN GIECO

El titeretero que maneja información manipuladora.

La violencia, la corrupción y la frivolidad han sido convertidas en elementos de distracción mediática. Son herramientas adormecedoras de la sensibilidad y de la capacidad crítica en la población. Además, "el tratamiento periodístico" empleado en casos criminales serviría como estímulo para la "añoranza" de una mano dura y, en los casos repetitivos de corrupción, fortalecer una percepción: ¡Todo, ahora, está mal!

A 15 años de la caída del fujimontesinismo y su prensa asalariada, hoy vemos, sin embargo, que nuestra prensa (periódicos, radio y televisión) no ha cambiado mucho. Parecen confabulados por mantener a la población controlada y sumergida en la intrascendencia y la precariedad social. No se percatan, o no quieren hacerlo, de lo irreversible que es.

El sistema económico actual y sus medios.

¿Hay diversidad periodística? Sí, la hay. Pero esta es engañosa si reparamos en que un diario decano de la prensa nacional concentra varios medios escritos -Además de un canal de señal abierta y uno de cable- . Ya algunos analistas han señalado el nada sutil desempeño de este decano contra iniciativas políticas que no sean coro del sistema económico actual y de lo peligroso que es esta concentración para nuestra democracia. La concentración mediática en acción

Según César Hildebrandt: "la prensa, donde todo amor por la pulcritud, toda vocación de posteridad, todo respeto por el idioma se han perdido en aras de los 'grandes públicos'. ¿Y el papel de la radio y la televisión? Ha sido decisivo. Son maquinarias perfectas de estupidización colectiva. Están hechas para desdeñar lo humano y sumergirnos en la zoofilia gestual".

Nuestra prensa de hoy no ha cambiado mucho a la del 2000.

Pero ¿Cuál sería la finalidad de todo esto? La poeta y activista Rocío Silva Santisteban nos da una idea con "su imaginario desarrollista": "Un ser humano: consumista, urbano, heterosexual, conservador y de mente adormecida por la televisión basura. Un peruano o peruana que ríe volteádole la cara a los muertos de su felicidad. Insolidario, egoista, artificial, frívolo: Totalmente apto para ser captado por el mal banal (Hannah Arendt)."

El psicoanalista, Jorge Bruce, agrega más sobre esto: "Un modelo económico siempre va a fomentar modelos de personalidad que le resulten funcionales. Y en función de la estructura de la sociedad en cuestión, esto se va a manifestar con mayor o menor intensidad. Más aún en una región tan desigual y fragmentaria como la nuestra. Es imprescindible reflexionar acerca de las consecuencias de un modelo económico que propugna un darwinismo implacable." Una cultura psicopática

Nuestros medios periodísticos de hoy.

El tratamiento periodístico en los hechos de corrupción, ¿Cómo actúa sobre la población? Bruce afirma: "La corrupción es una forma de violencia y tiene efectos sobre el psiquismo". Así, pues, el martilleo constante de estas 'noticias' sobre la población ocasionaría "que una lacra social a nivel público invada la intimidad de los individuos y la contamine." Corrupción y psiquismo

La violencia y su tratamiento periodístico "La influencia negativa se entrevé en la prensa, la radio (y la televisión) en los que se muestran hechos criminales, lo cual busca algo más que mantener informado al público, pero lo están haciendo de una manera equivocada, ya que genera en los receptores de dichos mensajes situaciones de pánico y angustia ante las amenazas externas y terminan construyendo un enemigo en cada individuo de la sociedad generando disociación a nivel familiar, social, cultural, etc."

Y la frivolidad de la televisión en un país como el nuestro con bajos niveles de educación, es un crimen. Alguna vez se comparó a la prensa escrita con el poder de fuego de un tanque, y a la televisión con el poder de fuego de un ataque aéreo. Nadie -o muy pocos- parece darse cuenta de lo nociva que es la televisión peruana del nuevo siglo para una sociedad tan precaria y desigual en la que vivimos. La consigna es no pensar

La televisión de hoy no cumple con la ley.

El sistema económico actual, según Jorge Bruce, (con sus autoridades políticas y religiosas) a lo que más teme es a un pueblo adulto, informado, crítico, capaz de tomar sus propias decisiones sin dejarse amedrentar o sobornar.

Un sistema económico que, con sus leyes, se ha apoderado de nuestra democracia hace 23 años "que perciben la inclusión social como una serie de programas de paliación de la pobreza extrema mientras continuamos con salud deficiente, educación deficiente, transporte deficiente en una deficiente democracia electoral más que real."

Un gran porcentaje de esta prensa de hoy, como la de fines de los noventa, ha calcinado sus principios, si alguna vez los tuvo, y se ha convertido en la voz de unos pocos: ¡La prensa no puede ser aliada del sistema! Según el filósofo francés, Albert Camus, "La prensa (escrita, radial y televisiva) no debe perder jamás de vista esta inmensa necesidad de dar al país su voz auténtica."

El sistema y sus voceros.